Nombre de los huracanes
Los meteorólogos empezaron a nombrar los huracanes y tormentas tropicales para permitir facilidad de comunicación entre ellos y el público en general en áreas relacionadas con las previsiones, avisos y peligros.
Los nombres permiten una mejor identificación entro los servicios meteorológicos y los usuarios que reciben la información (informes de alerta, información en general), ya que particularizan el fenómeno y de esa manera se conoce a cuál fenómeno se refieren los boletines de alerta.
Por siglos, muchos huracanes en las Antillas eran nombrados por el santo del día en que afectaba el huracán. Por ejemplo, el "Huracán Santa Ana", que azotó Puerto Rico con excepcional violencia el 26 de julio de 1825, y "San Felipe" (el primero) y "San Felipe" (el segundo) que afectaron Puerto Rico ambos en septiembre 13, el primero en 1876 y el segundo en 1928. Igualmente, el "Huracán de San Zenón", que destruyó la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana, el día 3 de septiembre de 1930.
El primer meteorólogo que utilizó un nombre propio (de mujer) para referirse a un huracán fue el australiano ClementWragge a finales del siglo 19 y principios del 20.
Un ejemplo temprano del uso de nombre de mujer para una tormenta fue el de la novela "Tormenta" de George R. Stewart, que luego Walt Disney llevó al cine.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), esta práctica se hizo común, especialmente por los meteorólogos de la Fuerza Aérea y de la Armada de los Estado Unidos de América, quienes tenían que seguir los movimientos por el gran espacio del Océano Pacífico.
En 1953, Estados Unidos abandonó, por confuso, el plan de nombrar las tormentas usando un alfabeto fonético (Able, Baker, Charlie) cuando se introdujo un nuevo alfabeto fonético internacional. En ese año (1953), la Oficina del Tiempo de Estados Unidos de América los llamó únicamente con nombres de mujeres.
La práctica de usar únicamente nombres de mujeres terminó en 1978 cuando se incluyó nombres de mujeres y de hombres en las listas de tormentas para el Pacífico Norte Oriental.
En 1979 la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio Meteorológico de Estados Unidos (NationalWeatherService) incorporaron nombres alternos de hombres y mujeres.
La experiencia ha demostrado que el uso de nombres de hombres y mujeres en la comunicación escrita y hablada es más corto, más rápido y causa menos errores que cualquier otra identificación de huracanes usada hasta la fecha.
Cada año, se prepara una lista potencial de nombres para la venidera temporada de huracanes.
La lista contiene un nombre por cada letra del alfabeto (las letras Q, U, X, Y, Z no se incluyen debido a que pocos nombres empiezan con esas letras). Estas listas son recicladas cada seis años y se reemplazan los nombres cuando el nombre de un huracán ha sido retirado.
Los nombres de huracanes muy destructivos se retiran, quedando en los registros históricos, y son sustituidos por otros que inician con la misma letra. Los nombres para los años 2012-2017 en la Cuenca del Atlántico.