Al rojo vivo PAN y PRD
Las batallas internas en los dos principales partidos de oposición en México están por concluir, las contiendas electorales con el fin de renovar o en su caso ratificar sus respectivas dirigencias partidarias han causado polémica a lo largo del año.
En el ala derecha, el PAN va a elecciones el próximo domingo 18 de mayo, convocando a su participación a los más de 220 mil militantes inscritos en el padrón blanquiazul con más de un año de antigüedad.
Al frente, el actual dirigente con licencia Gustavo Madero, se escucha del respaldo político y económico de tres de cinco gobernadores de su partido -Kiko Vega, Rafael Moreno Valle y Guillermo Padrés- así como de un gran número de diputados y senadores en el Congreso de la Unión.
Por el otro lado, se presentará Ernesto Cordero en oposición y al frente del grupo de los calderonistas, quien lleva como compañero de fórmula a Juan Manuel Oliva, exgobernador del Estado de Guanajuato y considerado representante del grupo conservador.
Para llevar a cabo los comicios, se instalarán 1,377 centros de votación, integrados por un presidente, un secretario y un escrutador, más un suplente general, en caso de faltar cualquiera de los anteriores.
"¿Qué imparcialidad va a garantizar un árbitro que fue nombrado por uno de los actores de la contienda?, entonces me parece que ahí es bastante claro... la cancha no está pareja": Ernesto Cordero.
Falta poco para saberlo, para negar o confirmar el abuso de influencias en la contienda, sin embargo los argumentos de ambas partes son fuertes.
Quizá Madero tenga la contienda ganada y el tiempo al frente le ha garantizado al 56% de sus simpatizantes; sin embargo, en sus últimos encuentros Cordero hizo público su descontento ante la falta de investigación en el caso de los "moches", situación que puso en la mira al PAN, debido a los presuntos actos de corrupción interna, dentro de su dirigencia y por la cual se dice, los ha llevado a la complacencia del gobierno, siendo así también el candidato perfecto a los intereses presidenciales.
"Descalificar esto es algo que me suena a López Obrador. Me suena a una actitud de cuando a alguna persona no le gusta lo que vota democráticamente una mayoría lo denotas y lo cuestionas y haces señalamientos que le quitan fuerza y confianza al partido y a sus instituciones": Gustavo Madero.
Por su parte, el PRD, principal partido de izquierda en el país, que acaba de cumplir 25 años de su fundación, llevará a cabo sus elecciones el próximo 24 de agosto. Las cuales tendrán la peculiaridad de que (de aceptar el INE), serán organizadas por el recién creado Instituto Nacional de Elecciones.
Esto a petición del actual dirigente del partido, Jesús Zambrano, quien decidió "eliminar toda duda de manipulación electoral posible" y quien a diferencia del PAN asegura que ni él ni su secretario general, Alejandro Sánchez, meterán las manos más allá de lo necesario.
Debido a la lejanía de la fecha, aún no están definidas las candidaturas. Y se han manejado dos posibilidades.
La primera es una candidatura de unidad en torno a la figura de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, fundador del partido y tres veces candidato presidencial. Quien irónicamente, está dispuesto a dirigir el partido, siempre y cuando no existan más candidaturas que abonen a la división.
¿Qué pasa con este partido? Si no es uno es otro, ambiciosos de poder, siempre explotan una sola imagen a lo largo de muchos años. ¿Qué se puede esperar de un partido que aun con buenos ideales y firmes convicciones a lo largo de su creación solo han mantenido dos imágenes o representantes?
Carlos Navarrete, miembro de la corriente Nueva Izquierda (conocido como "los chuchos"), que actualmente dirige al PRD, ha expresado su deseo de dirigir el partido, y ha dicho que no piensa dejar el camino libre a Cárdenas.
Por lo anterior, el escenario más probable es una elección abierta, en la que contenderían el propio Navarrete, tentativamente Carlos Sotelo por parte de Movimiento Nacional Patria Digna y Marcelo Ebrard del así llamado Movimiento Progresista.
"El estatuto dice que debe ser abierta: o hay elección o no, la militancia lo necesita. No le debemos tener miedo a una elección, tenemos que hacerla bien": Marcelo Ebrard.
Ambos partidos tendrán que manejar una estrategia inteligente si quieren seguir manteniéndose como una alternativa política de oposición y volver a ganar terreno en las próximas elecciones intermedias para el 2015.
Por parte del PRD, que si bien se apoyarán de "las elecciones limpias", se encuentran divididos y no existe una figura líder que realmente muestre la unidad con la que se planea restaurar internamente, deberían dejar atrás la clara ruptura de algunas corrientes y grupos que separan a sus integrantes y llevan el caos dentro del mismo partido, como Izquierda Democrática Nacional (IDN) que ha criticado a la dirigencia desde las alianzas con el PAN y muestra una razia alianza por el bien de su renacimiento.
Mientras que en el grupo blanquiazul, no se sabe cómo lograrán mediar el descrédito generado por la frivolidad, el atraco, el cuatismo y la ineptitud de sus gobiernos, como limpiar su campaña interna en la que no ha fallado el uso de propaganda "negra" y la difusión de mensajes denigrantes en las redes sociales por parte de sus contendientes. Su futuro y su credibilidad están en juego y a tan solo algunos días de decidirse.