A dos años de la implementación de la Cruzada. ¿No más hambre?
El Coneval reprobó a la Secretaría de Desarrollo Social por diversas irregularidades en las cifras presentadas por la dependencia
En el marco de la "conmemoración" a la Cruzada Nacional Contra el Hambre, recordamos las palabras del Presidente Enrique Peña Nieto, cuando en su toma de posesión, el 1 de diciembre, calificó como "inaceptable" e "indignante" que millones de mexicanos sufrieran hambre, por lo que tiempo más tarde impulsaría dicho programa social que en teoría debería erradicar una de las problemáticas más graves en México; la pobreza y la desigualdad, y que fallidamente no incrementa la calidad de vida del ciudadano promedio que debe cubrir sus necesidades alimenticias con 19 pesos al día en nuestro país.
Dos años después y con la cabeza al mando de Rosario Robles, en la Secretaría de Desarrollo Social, dicho programa sigue sin mostrar más resultados que la ineptitud de sus dirigentes y un vacío de recursos a lo largo de su "construcción", tan es así, que el Coneval ha reprobado al órgano por diversas irregularidades en cifras.
La cruzada no ha podido cruzar realmente las comunidades con mayor marginación, de hecho, el estado de la pobreza alimentaria en México podría ser casi idéntico al que ya existía hace dos años, con la excepción de los más de 3,529 millones de pesos invertidos y poco reflejados en el programa social.
No solo los recursos se pueden ver desviados claramente, sino también los objetivos principales del proyecto de nuestro ejecutivo federal, en el que ya no hay una estrategia para incrementar la producción y el ingreso de los campesinos y existe una inmensurable ausencia de créditos en las regiones "atendidas".
Aunque no lo critica explícitamente el Coneval, se puede observar de manera concreta que dicho programa solo ha servido en origen para propósitos electorales y que aun cuando la coherencia ha fallado para presupuestar de manera integral con respecto al conjunto de programas y líneas de acción que son parte de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, el Presidente Enrique Peña Nieto no exigirá renuncia alguna ni cuentas claras de su avance social, de hecho, es casi imposible ver cambios en el gabinete de dicha secretaría que a todas luces el propio mandatario aplaude y elogia ante la ciudadanía, esperando que de palabras la gente crea que es alimentada.
"Ya no hay pobres en México; todos se murieron de hambre", chiste cruel que se escuchaba hace algunos sexenios y que hoy refleja una plataforma descoordinada y alejada completamente al objetivo de la protección alimenticia en México.
Habitantes de zonas serranas siguen con hambre, entre pobreza, marginación y discriminación, son el foco perfecto para la foto del político hacendoso, quien con la imagen de su desgracia posiciona el programa social, pero que sin acercamiento alguno a dichas comunidades los abandona durante meses a su suerte.
¿Será porque estas personas no tienen credenciales oficiales para votar y no son suficientemente útiles para su imagen y las futuras contiendas electorales? ¿O simplemente no cumplen con los rangos "establecidos" para ser derechohabiente al programa de apoyo social?