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Ebrard, en la mira de un pez gordo


Se comienza a ventilar la preparación del Instituto Nacional Electoral (INE) para bloquear el recorrido político a la contienda electoral del 2018 del exjefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, a quien batearon por segunda vez en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), cerrando definitivamente su posible candidatura suplente que el INE había otorgado por parte del Partido Movimiento Ciudadano para el próximo 7 de junio.

Tras haber sido calificado previamente por incurrir en dos procesos en partidos distintos y ahora ser señalado por diferentes "conflictos de interés" que serán investigados en el Gobierno de la Ciudad de México, Ebrard quedó fuera del juego.

Si bien es cierto que Ebrard no es una blanca palomita, y que a su alrededor existen muchas "verdades" inconclusas, también es cierto que está en la mira de algún enemigo gordo del poder, ya que se puede decir que ha sido el político del año, en cuanto a destape de porquerías y desfalcos que han salido a la luz tres años después de dejar su plaza como gobernador.

Es claro que alguien no lo quiere en la curul como suplente de la primera plaza plurinominal de la circunscripción del país, y que quien sea que está metiendo el pie, tiene la bota muy grande, pues ha sabido manejar su estrategia, utilizando los puntos débiles, los errores y claro, toda la suciedad embarrada del exgobernador de la Ciudad de México.

Algunos de esos puntos se ha podido venir observando a lo largo del año; la fallida y desastrosa línea 12 del Metro, la posible desviación de recursos durante su mandato y ahora, por si fuera poco, una investigación por vivir en una propiedad que presuntamente pertenecía al gobierno capitalino. Sin embargo, ni su partido naranja, ni él mismo han sabido o han querido defenderlo, y es que todas las antes mencionadas, son los pelos de la burra que tienen a favor algunos partidos grandes que desesperados luchan por no desintegrarse en las próximas votaciones, a raíz debo decir, de un mal desempeño en el poder.

Sea un golpe sucio en contra o el momento idóneo para develar uno a uno sus "conflictos de interés", lo único cierto es que el señor que ya se visualizaba en la silla presidencial en el 2018, hoy no podrá ni siquiera ser parte del grupo legislador y tendrá que esperar una tormenta de especulaciones y dudas que él mismo desembocó al aceptar en una entrevista para el diario La Razón, que sis ingresos anuales son alrededor de 3 millones de pesos, lo cual es difícil de explicar, ya que actualmente no cuenta con algún cargo público, y esa cifra es 57% superior que el salario del Presidente de la República.


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