¿Qué sucedió? El mundo por normalistas de Iguala
La indignación por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Guerrero y su posible asesinato ha crecido con un gran impacto alrededor del mundo, pancartas y protestas en al menos seis países han sido utilizadas como respuesta a la convocatoria hecha en redes sociales a las que se han sumado España, Argentina, Estados Unidos, Bolivia, Noruega e Inglaterra.
El eco de angustia que atravesó fronteras, hoy se convierte en reclamo y exacción, pues las embajadas de México en dichos países se han llenado de cartas de solidaridad y exigencias a la nación para resolver el caso de los jóvenes de la Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, quienes el pasado 26 de septiembre fueron agredidos brutalmente por la policía federal, estatal y municipal, masacrados y secuestrados por organizaciones del crimen organizado.
Al menos 110 estudiantes – en su mayoría estudiantes de primer año – abordaron los autobuses de la normal de Ayotzinapa para dirigirse a la ciudad de Iguala, donde realizaron un boteo y un llamado a la comunidad para la organización previa de la conmemoración de la matanza de Tlatelolco registrada el 2 de octubre de 1968.
Sin embargo, sus actividades fueron interrumpidas por los ataques armados realizados por las fuerzas policiacas, civiles armados e integrantes del grupo delictivo Guerreros Unidos, dejando un saldo de tres normalistas y tres civiles ejecutados y una decena de heridos. La mayoría de los estudiantes salvaron su vida al correr y refugiarse en la Normal mientras que con fusiles de asalto, el autobús de los integrantes del equipo de fútbol Los Avispones de Chilpancingo que juegan en la tercera división de la liga profesional, fue atacado.
Cada vez aumenta más la tensión, conforme la investigación ha avanzado se ha podido capturar a 26 probables responsables y se han consignado a 29 integrantes de Guerreros Unidos, dentro de los que se encontraban 22 policías de Iguala, a los que ya se les dictó auto de formal prisión y se mantienen a espera de los numerosos procesos judiciales a los que se seguirán sometiendo por diversos delitos.
Además de 4 detenidos; Luis Alberto José Gaspar, Honorio Antúnez Osorio, Martín Alejandro Macedo Barrera y Marco Antonio Ríos Berber; que en confesión aseguraron haber matado a 17 estudiantes y haberlos llevado caminando al cerro de Pueblo Viejo, lugar en que excavaron, los asesinaron, les pusieron una cama de ramas y posteriormente colocaron los cuerpos, para después rociarles alguna sustancia inflamable y prenderles fuego para dificultar su identificación, ya que este es el cementerio cotidiano de la delincuencia organizada.
Según informó el procurador estatal, Iñaky Blanco, en sus testimonios también confesaron haber detenido a los estudiantes por órdenes del director de Seguridad Pública de Iguala, Francisco Salgado y el Secretario de Seguridad Pública municipal, Felipe Flores Velázquez quienes trabajaban en conjunto con el líder de la organización criminal “El Chuky”.
Llegaron al sitio mencionado en compañía de personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, CNDH, y efectivamente se extrajeron 28 cuerpos de las fosas clandestinas, por lo que se contará con la ayuda de médicos forenses argentinos para los exámenes genéticos, que tardarán al menos un mes en confirmar si pertenecen o no a los estudiantes, debido a que se encontraron con graves signos de calcinación.