CONQUISTAN OBJETIVOS
Opciones Académicas
Destacan el valor de la perseverancia. Narran alumnos cómo lograron superar adversidad y obtener carrera
Haber sido rechazados en una universidad, ya sea por la falta de cupo o de la puntuación requerida, no fue un obstáculo para tres jóvenes perseverantes que se posicionaron en la carrera de sus sueños, luego de buscar segundas oportunidades.
Alejandra García siempre soñó con ser abogada penalista y, tras fallar en su primer intento por ingresar a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), no se dio por vencida. Con el apoyo de sus padres se tomó un año sabático para prepararse.
"La verdad es que yo iba muy insegura, tenía miedo y muchos, muchos nervios... y pues no me quedé. Después, para no quedarme sin hacer nada todo el año, mis papás me pagaron un curso y comencé a fortalecer todas esas materias que no se me daban, las matemáticas sobre todo, hasta que hice mi segundo intento y saqué 72 aciertos", contó la joven de 19 años.
Para Carlos Juárez tampoco fue fácil, a pesar de salir de la preparatoria con un promedio de 9.2 y tener entusiasmo por las artes plásticas. Al morir su madre, hace 5 años, se vio obligado a dejar la escuela, cuidar a su hermana de 8 años y atender el negocio familiar, lo cual lo retrasó de su preparación universitaria.
"No soy el único sustento en mi casa, mi papá trabaja de chófer, pero a mi hermana alguien tenía que cuidarla.
"Cuando mi mamá falleció me quedé atendiendo la tienda, pero fue más porque tenía que haber alguien que fuera por ella a la escuela, le diera de comer y todo eso. Mi familia es de Michoacán y no había nadie más, mi papá se va todo el día y yo quise poner de mi parte", narró.
Sin embargo, debido a la complicación familiar por la que pasaba, su padre le concedió todas las ganancias de su tienda de abarrotes para pagar una carrera a distancia y, aunque no pudo estudiar artes plásticas, Carlos encontró gusto por la mercadotecnia, carrera que cursa en línea actualmente en la Universidad del Valle de México.
Elia Martínez se ha quedado en tres de las escuelas más solicitadas de México, pero debido a su indecisión y a la desorientación académica en la búsqueda de una carrera que le apasionara sólo cursó uno o dos semestres en cada una.
"Dicen que la tercera es la vencida... Me quedé en UPICSA para la carrera de administración, pero la verdad me di cuenta de que no era lo mío y no me gustaba. Yo siempre he amado el campo y aquí en Texcoco hay muchos espacios verdes, así que pensé que podría involucrarme en algo más ecologista, hice examen en Chapingo y me quedé en Ingeniería Forestal Industrial... esa sí me gustó, pero era la única mujer y creo que eso me cohibió por mucho y me volví a salir", contó Elia, de 24 años.
En un tercer intento, hizo examen en la UAM y ya lleva tres semestres en Biología.
"Creo que esta era mi carrera... no me dejé intimidar por la gente que me decía que no iba a tener trabajo, (...) ahora sí pienso terminar", destacó.
Alejandra García, estudiante
"Para no quedarme sin hacer nada todo el año, mis papás me pagaron un curso y comencé a fortalecer todas esas materias que no se me daban".
Carlos Juárez, estudiante
"No soy el único sustento en mi casa, mi papá trabaja de chófer, pero a mi hermana alguien tenía que cuidarla".