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Periodismo Literario: El renacer de viejas tradiciones


En los últimos años, en las redacciones de diversos medios de comunicación se escucha hablar del “periodismo narrativo” pero no existen textos al menos en México que lo definan con precisión, por lo que a lo largo del siglo XXl comunicólogos y periodistas de profesión se han dado a la tarea de generar nuevas teorías sobre la relación entre la literatura, el periodismo y el nuevo periodismo para comprender sus orígenes y poder diferenciarlas.


En realidad, lo que hoy se conoce como periodismo narrativo es una apéndice de lo que antes fue llamado Periodismo Literario, el cual se desarrolló en América Latina y estableció una nueva ética que dio forma a un sistema de representación y riqueza de lenguaje.


En Estados Unidos específicamente, nace una época marcada por “el nuevo periodismo” en la que la litratura se revindica con el periodismo y emergen grandes historias, “novelas de la vida real” de la mano de Truman Capote, Normal Mailer y Joan Didion.


Bajo ese mismo marco, el debate sobre las diferencias entre la literatura y el periodismo y sobre la veracidad de la unión de ambas, ha establecido una tregua en los últimos años, dejándo atrás el prejuicio de que la literatura alimenta la ficción y nutriéndose de su carácter descriptivo para dar color a un suceso real.


El nuevo periodismo comenzó a practicarse entre los mismos escritores, quienes fueran novelistas o reporteros se dedicaron cada vez más a plasmar los hechos, tristezas e inquietudes de la sociedad; sin embargo, el término de Nuevo Periodismo no se usó hasta 1973, a raíz de un libro publicado con ese nombre, cuyo autor, Tom Wolfe, recogía textos suyos y de otros compañeros que se publicaron en el New York Herald Tribune en los años sesenta.


Desde su inicio se creyó que las viejas tradiciones periodísticas morirían ya que los nuevos métodos se oponían a la pirámide invertida de Joseph Pulitzer, modelo que se volvió norma casi universal del periodismo objetivo, donde la jerarquía de la información se pone en primer plano sin ninguna intervención o juicios de quien lo escribe.


Sin embargo, no todo el gremio ha aceptado la incursión de la narrativa o literatura en el uso de la información, tal es el caso de Claudia Silvia Rocha y Jorge Cisneros, quienes en su trabajo de investigación analizan desde una perspectiva crítica las definiciones de “Nuevo Periodismo” y concluyen que así se llama cuando un hecho informativo se presenta “aderezado” con descripción de ambientes, reconstrucción de diálogo y opinión del reportero.


“...para Tom Wolfe el nuevo periodismo consistía en emplear recursos literarios en un género informativo de manera que al tiempo que se daba cuenta de una noticia, se hiciese una pieza narrativa que pudiera ser leída como novela.” 1


El contexto de este periodismo fue y sigue siendo cada vez con más ínpetu y representación en los medios, relatar lo convulsionado que se encuentra el mundo y mostrar la vida emocional de los personajes comúnes y reales de una sociedad.


Esta filosofía es el punto clave del que hoy en día están repletas las páginas de los diarios, un periodismo social que muestra las vivencias, la violencia y los pesares de aquellas voces minoritarias pero que además con el lenguaje narrativo le da al lector un ambiente vivencial para poder empatizar e incluso identificarse con los personajes del hecho mismo, sin embargo, es cierto que algunos periodistas y medios se han aprovechado del nuevo margen de escritura que permite liberar la pluma y narrar con más precisión un hecho, por lo que se han tenido que restringir los excesos y partir de las viejas tradiciones, aunándolas con los nuevos métodos.


Por ejemplo, Paul Scanlon consideró que era necesario dominar los principios básicos de la escritura y la capacidad de informar antes de ejercer el Nuevo Periodismo, al que caracteriza por trazar perfiles, reconstruir los hechos e interpretarlos.


Aún cuando el periodismo narrativo o el Nuevo Periodismo es considerado una historia real narrada a fondo, no se puede ignorar el hecho de la subjetividad que aporta a la información. Wolfe como padre del mismo, marcó los cuatro procedimientos comunes de los nuevos periodistas:


1.- La técnica del “realismo social”empleada en literatura por Dos Passos, Fitzgerald y Hemingway, que consiste en reconstruir escena por escena para conmover, no recurriendo solamente a la narración cronológica.


2.- Utilizan una minuciosa reconstrucción del diálogo para captar la atención del lector y delinear al personaje con mayor rapidez y eficacia.


3.- Siempre utilizan un punto de vista en tercera persona para “meterse en la piel del personaje”


4.- No se puede hacer Nuevo Periodismo sin describir detalladamente los elementos de cada escena; hábitos, modales, lenguaje, comportamientos


Sin embargo, estas claves del Nuevo Periodismo, a pesar de ser muy utilizadas en los últimos años también se han llegado a criticar sin llegar a una conclusión clara, debido a cierto grado de subjetivismo en los que se permiten los juicios de valor y la toma de posición del reportero pero a pesar de ello, los periodistas de las nuevas generaciones desde el Ateneo de la Jeventud a la fecha, han considerado un reto el poder llegar a unir con éxito la literatura con el periodismo, sin perder el sentido informativo y objetivo.


“A partir de conocer un hecho, a partir de tener la seguridad de no vulnerar una verdad histórica, se pueden aplicar los mecanismos de la novela y de la ficción en general se puede reconstruir un hecho... me esfuerzo, siempre dentro de los límites del periodismo, por utilizar la mayor cantidad posible de herramientas de la novela” 2


Estas nuevas técnicas a pesar de no tener una cátedra formada en la teoría definitiva de una academia de periodismo de nueva generación, tiene a muchos los escritores y periodistas que entran en la categoría sin escribirlo en la clasificación de Nuevo Periodismo, como el ya citado, Juan Gasparini, quien como escritor y periodista argentino no se autodefine como incursionador del Nuevo Periodismo pero acepta la práctica de este como técnica.



¿Existe, pues, alguna diferencia entre Periodismo Literario y Nuevo Periodismo?


Ya en las nuevas generaciones de comunicólogos la disputa se ha disipado, pues algunos piensan que la relación entre ambos es básica y ponen como ejemplo a México, en donde desde finales del siglo XlX y principios del XX se utilizaban textos literarios para llenar las páginas informativas y los hacían pasar por textos periodísticos, como algunos reportajes de Heriberto Frías, pero donde no había el suficiente rigor y precisión en los datos.


En el caso de nuestro país, aseguran que muchos textos son mas bien relatos novelados, pues no cumplen los requisitos mínimos para darle un carácter noticioso. Además, los temas tratados estaban “supervisados” por el régimen político, sin vínculo real con lo que se gestaba a nivel social. 3


Por ello, se dice que el Nuevo Periodismo llegó a México hasta los años setentas y ochentas, cuando los periódicos intentaron romper el férreo control del Gobierno.


Conforme han pasado los años y la práctica de este nuevo gérnero en el gremio periodístico, nuevos pensadores, periodistas reconocidos y plumas célebres de nuestro tiempo han ido alimentando definiciones para aportar e intentar definir la verdadera relación entre la tradicional escritura periodística, la literatura y el Nuevo Periodismo:


El mayor aporte del Nuevo Periodismo es la denuncia, según Elena Poniatowska. “Es trabajar mucho con el testimonio y con base en la desolemnización del periodismo”.


Carlos Monsiváis, al contrario, no ve mucha diferencia entre la crónica mexicana y el Nuevo Periodismo, pues este requiere que se le considere algo tan importante como la política o los negocios. Agrega que el nuevo periodismo necesita espacio, tiempo para escribir y eso ningún periódico lo da, por lo que lo marca como una desventaja ya que a los medios de comunicación no les importa alentar el interés literario.


Ciro Gómez Leyva afirma que se hurga en la literatura para narrar mejor la historia, para dar calidad en la información. Para él, el término de Nuevo Periodismo carece de sentido en la práctica periodística.


“...tratamos de darle una nueva salida a la supuesta crónica urbana, jugando con el lenguaje. Hoy en día casi todos los periódicos tienen una serie de crónicas urbanas semanales que juntas no valen nada. El Nuevo Periodismo debe encontrar los nuevos caminos, se tiene que plantear la necesidad de que la gente tenga ideas propias, la capacidad de poner todo en tela de juicio descreer y desconfiar de todo”


Así es como describe Jaime Áviles la exigencia del ejercicio implacable de la inteligencia, pero con resultados lamentables dentro de la práctica del Nuevo Periodismo y sus resultados o aportaciones.


Para Víctor Roura es una simple característica de no pedir permiso. “El nuevo periodismo en las salas de redacción aparece cuando el lenguaje trata de ser más accesible o intenta ser el retrato de la gente de la calle”.


Sin embargo, a pesar de cada una de las definiciones y separando a cada uno de los intelectuales, el Nuevo Periodismo es la simple batalla de encontrar una nueva manera de visualizar el trabajo periodístico, dando un sentido más fresco e innovador a la vieja escuela utilizando la escritura para contar las historias que la inmediatez y rigidez del viejo periodismo no nos pueden ofrecer.


El Nuevo Periodismo quizá no será universalmente definido o aceptado en definitiva por los medios de comunicación en un corto tiempo, lo seguirán llamando de mil maneras con diversas posturas a favor o en contra de la teoría; sin embargo, es muy difícil encontrar un medio u escritor que no lo este practicando.


Llámese como se llame, el modelo narrativo esta articulado en técnicas que han sido desarrolladas en la literatura, pero que no son exclusivas de la ficción, por lo que no existe una sóla razón para no ser utilizada en el periodismo.


Si bien es cierto que inició con los textos estadounidenses y sin un objetivo concreto de cambiar el modelo de redacción en el mundo, fue quizá la misma sociedad quien ha pedido su existencia y quienes la siguen alimentando con la demanda de la misma. Esto ya que el público buscará siempre la visión personal basada en la inteligencia y honestidad del periodista, quienes son su única fuente de llegar a los hechos, sobre todo a aquellos sociales que afectan el seno de un grupo y del que la gente cuenta que el reportero narre todos los ángulos, incluso los oscuros.


Además, para concluir en algo, debemos destacar que todos los autores que han definido el Nuevo Periodismo o lo han llevado a cabo sin querer pertenecer a esa categoría, tienen un punto en común; el periodismo literario no es aplicable a todas las informaciones, aunque cualquier noticia puede ser materia de periodismo narrativo, según la cantidad de información recolectada.


El periodismo narrativo, literario o Nuevo Periodismo, debe buscar la manera de producir un proceso de identificación entre el lector y la noticia que se cuenta, si el lector logra captar la noticia y se queda sólo con la información sin que se produzca ningún tipo de emoción, entonces el redactor practica el viejo periodismo o carece de talento descriptivo.


Una muestra de periodismo narrativo, según Gerardo Reyes, sería el libro “Crónica de un secuestro” de Gabriel García Márquez, que combinaría las ventajas del periodismo de Estados Unidos (el afán de precisión de datos fríos y técnicos, la obsesión por los detalles y las citas textuales) y el latinoamericano (la exploración del carácter de los personajes y ambientes) además de poder interpretar sin utilizar conjeturas. 4


Así podemos decir que el Nuevo Periodismo es la forma de escribir con profundidad sobre hechos que ya ocurrieron y quedaron mal contados tomando ventajas de las tradicionales técnicas del periodismo literario y juntando la narrativa y el talento periodístico para organizar los detalles que surgen en el día a día, observando todos los panoramas y ángulos desde el ambiente y el color social hasta el punto clave de la información.





1.- El Nuevo Periodismo en México – Claudia Virginia Silva Rocha y Jorge Cisneros Morales

2.- Entrevista en Terra con el escritor y periodista Juan Gasparini, 6 noviembre de 2002

3.- Idib. Silva Rocha y Cisneros. Pág. 28

4.- Surrealismo documentado. Gerardo Reyes (miembro del equipo de investigación de The Miami Herald 2000)


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