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La apuesta es Open Banking

El futuro de la Banca en línea está en las ‘superapps’ que faciliten medios de pago con tecnología, innovación y, sobre todo, seguridad financiera.


No sólo la pandemia es la responsable de la aceleración digital que se vive en México y el mundo, las necesidades de una generación cada vez más conectada y sin tiempo que perder en engorrosos trámites burocráticos, han hecho que sectores como el financiero respondan a la tendencia con mayor accesibilidad a pagos y compras electrónicas.


Un estudio de Statista Digital Market Outlook refleja este crecimiento exponencial al demostrar que, mientras que en 2021 había más de 50 millones de usuarios de pagos digitales en el país, para 2025 podrían ser 78 millones de personas las que muden todos sus movimientos al esquema digital.


Y es que, hoy en día, gran parte del nivel de satisfacción de los cuentahabientes recae sobre las plataformas y soluciones tecnológicas que se les ofrece, de hecho, el New Payments Index 2022 de Mastercard reveló que ocho de cada 10 consumidores tienen una perspectiva positiva del futuro bancario y aseguran que las transacciones digitales les brindan un abanico de posibilidades que no están dispuestos a desaprovechar.


Sin embargo, esta transformación también extiende riesgos de ciberseguridad que deben ser atendidos con mayor rapidez.


Al participar en el webinar “Perspectivas 2022: los medios de pago”, Daniel Becker, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), consideró importante el uso de biometría para combatir los fraudes online, lo cual ya es un hecho por medio del registro de huella dactilar en todas las plataformas financieras; también contempló la incursión de la Inteligencia Artificial, el machine learning, el CVV dinámico y, por supuesto, el Open Banking como alternativas eficientes.



“Una vez que utilizas canales digitales para pagar productos o servicios, te das cuenta de la gran conveniencia de hacerlo de forma digital, por lo que muy difícilmente regresarán estas transacciones físicas”.

Sinead O’Connor, Directora Corporativa de la Banca de Consumo de Citibanamex.




El futuro en la Banca electrónica

Las ‘superapps’ que están incursionando en Europa y Asia empiezan a mostrar sus primeros pasos en América Latina con acciones puntuales que, sin duda, encaminan al sector financiero a una nueva era de seguridad, accesibilidad y apertura a través del Open Banking.


Mache Herrera, DGA Banca Digital de Scotiabank, considera que es justamente esta la ruta hacia el 2023, donde el usuario podrá elegir el UX que le parezca mejor y registrar ahí su cuenta, contemplando que este sistema facilitaría la transparencia de información y que los usuarios puedan aprovechar todos los servicios adicionales útiles, como nuevas aplicaciones, procesos de préstamos y financiación o herramientas de seguridad en una sola plataforma.


“Nosotros esperamos ser la mejor aplicación de servicios financieros de México, para que en este proceso, las personas puedan poner todas sus cuentas de bancos tradicionales y nuevos dentro de nuestra aplicación y desde ella gestionar transacciones día a día”.


Esta es considerada por los expertos uno de los grandes cambios en el sector bancario desde hace décadas, pues ya no sólo se trata de llevar conocimiento financiero y facilitar la gestión de cuentas a través de un dispositivo móvil; ahora las instituciones deben preocuparse por evolucionar sus métodos de identificación y autenticación de clientes con biometría y por ofrecer robustecer los mecanismos de venta, adquisición de clientes y servicio por medio de la experiencia en canales digitales.


“2021 fue el año en el que pudimos observar un indicio importante sobre la apertura tecnológica de la Banca. Es algo que cambia las reglas del juego porque es el inicio de una economía con acceso a datos nunca vista, la cual generará profundo conocimiento de la gente y con ello, posiblemente hiperpersonalización de servicios”, destaca Sinead O’Connor, Directora Corporativa de la Banca de Consumo de Citibanamex.


En este panorama coincide Rafael Villanueva Campos, Director General Banca Digital de Banco Azteca, quien asegura que el Open Banking ya es tangible, por ejemplo, en la posibilidad de pagar con crédito escaneando un código en la pantalla de la caja de supermercado y llevando el proceso a una aplicación móvil.



“Hacia el futuro, vemos una importante reducción en el uso del efectivo, y tenemos que trabajar para que la gente no dependa de un plástico y pueda hacer uso de su dinero”.

Mache Herrera, DGA Banca Digital de Scotiabank




Innovación y protección de usuarios

Con el crecimiento del eCommerce, el uso de tarjetas de débito y crédito en sitios web y plataformas digitales ha hecho que la atención se centre cada vez más en la ciberseguridad.


Y es que es este factor el único que puede frenar o aletargar la transformación de la Banca electrónica, pues, según la reciente investigación de Mastercard, consumidores de América Latina y el Caribe se sienten vulnerables a un ataque cibernético, robo de información o de su dinero con la implementación de aplicaciones financieras, pues al menos siete de cada 10 dijo haber sido víctimas de estas prácticas.


Por ello, renovar a la Banca requiere de un ADN integrado con soluciones cada vez más rigurosas; por ejemplo, en Banco Azteca, el Director General Banca Digital explica que se trabaja e implementa el Machine Learning para detectar patrones en el comportamiento de los clientes y proveer una mayor seguridad en la oferta de productos altamente personalizados con base en su uso.


“Es la personalización de la oferta, mediante un complejo aprovechamiento de los datos para la comprensión de las necesidades del cliente, de su propensión de transaccionalidad, llegando al cliente en el momento, canal y mensajes correctos para ofrecerle un crédito, para acercarle una solución financiera. Es una mezcla de ciencia y servicio, todo a favor del cliente”, dice Rafael Villanueva.


Y es que los métodos de seguridad tradicionales también se han actualizado, ahora en vez de cargar un dispositivo numérico físico, las aplicaciones cuentan con el famoso “token virtual” que permite verificar las compras en línea y autorizarlas antes de que se generen cargos en la cuenta bancaria, por lo que la apuesta para 2023 tiene que ser más grande que eso.


“En Scotiabank seguimos implementando biometría, como la huella dactilar o reconocimiento facial, que hasta ahora es local del dispositivo y no se transmite por internet. Ahora estamos buscando una selfie viva que se pueda autenticar contra el INE”, complementa Mache Herrera.


No obstante, estos métodos de identificación y autenticación sí representan retos de regulación que eviten riesgos e informen a los usuarios sobre el uso de la digitalización de forma responsable y segura.


“Vemos que la madurez de las inversiones de transformación digital han llevado a evolucionar muy rápido los métodos de identificación y autenticación de clientes con biometría. En nuestro caso, estamos por lanzar aperturas de cuenta remota de la mano de Incode (recientemente valuado como un unicornio mexicano), utilizando las bondades del reconocimiento facial”, concluye la Directora Corporativa de la Banca de Consumo de Citibanamex.


Es así como el Open Banking se afianzará poco a poco en los bancos más grandes e importantes de México con herramientas en desarrollo que, sea cual sea la propuesta de valor que los diferencie, ofrezca el mejor servicio de seguridad financiera online.



“Desde hace algunos años, el Open Banking se mantiene como la apuesta más atrevida en la evolución del mundo financiero, todo el ecosistema FinTech y los grandes bancos estamos dando pasos agigantados en ello”.

Rafael Villanueva Campos, Director General Banca Digital de Banco Azteca




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