Responsabilidad más allá de loambiental
La comunicación es la clave para sortear momentos de crisis en la industria y, al mismo tiempo, dejar una huella social y éticamente positiva.
El mundo es tan cambiante que un día puede enfrentar una pandemia y al otro una guerra geopolítica, pero pese a todos los desafíos globales que se hacen visibles, son las relaciones de confianza y colaboración entre grupos de interés los que hacen posible que la industria gire alrededor de las circunstancias y se transforme.
Establecer estrategia de Environmental Social and Governance (ESG) es la única vía de “inversión socialmente responsable” para todos aquellos que buscan reflejar valores y relevancia más allá de las ganancias.
Y es que, aunque muchos relacionan el ESG con problemas ambientales como el cambio climático y la escasez de recursos, el concepto va mucho más lejos, pasando desde las decisiones de gobierno, problemáticas sociales y económicas, hasta la gestión y ética empresarial.
De hecho, según la 24a Encuesta Mundial de CEOs de PwC, el 60 por ciento de los líderes de la industria plantea incrementar su inversión en este tipo de proyectos tras la crisis sanitaria de Covid-19.
“Una compañía puede ejercer muy bien sus criterios ESG. Sin embargo, si financieramente no tiene un buen manejo, no obtendrá un buen resultado. Son dos cosas que se complementan”, explica Andrés Moreno, asesor financiero, analista bursátil y económico.
El experto remarca que, aún cuando la adopción de criterios ESG no implican necesariamente una retribución en la rentabilidad financiera, este sí determina una evaluación y reconocimiento reputacional para las marcas.
NUEVO ESTÁNDAR DE INVERSIÓN
Hoy es fundamental generar un impacto positivo en la toma de decisiones de gobernanza que más atañen a los consumidores.
Para Luis Manuel Rodríguez, CEO de Master Electrónicos, contar con un buen plan de ESG en el manejo de crisis brinda seguridad a los equipos multidisciplinarios y ayuda a cualquier a aprovechar éticamente las situaciones más complejas que atraviese la industria, sobre todo cuando son ajenas a su control.
“La guerra (entre Rusia y Ucrania), por ejemplo, lamentablemente ha generado incertidumbre en los mercados internacionales y esta es uno de los principales problemas para cualquier negocio. Como productores y distribuidores de tecnología vivimos una constante lucha por asegurar el suministro de piezas clave para nuestros productos finales, y esta experiencia nos ha permitido anticiparnos a los constantes retos que la industria demanda”, dice.
Esta marca, como muchas otras, habla de la sinergia que existe en la comunidad de productos y servicios a la hora de comunicarse en escenarios altamente inciertos.
“Las empresas tienen el reto de comunicar de forma efectiva su propósito y la forma en que este genera valor para sus distintos grupos de interés; informar de forma consistente con sus principios de gobierno corporativo, sus planes de negocio e iniciativas; mantener un clima laboral positivo y con certidumbre; y seguir construyendo posicionamiento de marca y lealtad de sus clientes y consumidores”, explica Andrea Castro, Socia de Zimat Consultores.
Ambos expertos coinciden en una cosa: la agenda pública siempre tendrá incidencia en el desarrollo de la iniciativa privada y trabajar en coordinación en temas que promuevan la competitividad, el talento y reglas justas de mercado indudablemente tendrá como resultado un crecimiento económico y atracción de inversión.
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